Cuando nació mi segundo bebé me vi desbordada sin saber qué hacer para que Ignacio durmiera mejor.

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Pensaba que mi experiencia con Eduardo (mi primer bebé) podía con todo y que estaba haciendo lo correcto. Sin embargo, Ignacio se despertaba 14 veces por la noche, requería del pecho para volver a dormir y bueno, ni hablar de las siestas.

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Busqué en internet, creía en todos los mitos, lo mecía por toda la casa, prendía el extractor de la cocina, el secador, etc. pero no entendía por qué nada funcionaba. El cansancio empezó a apoderarse de todos en casa y yo lo único que quería era lo mismo que tú, ¡descansar!.

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Así que, un día decidí buscar ayuda y encontré a una especialista de sueño infantil. Desde el comienzo quedé fascinada de cómo Ignacio poco a poco iba durmiendo mejor y todos en la casa estábamos felices del cambio. Por fin empecé a sentirme más descansada y con energía para disfrutar de mis peques.

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Este cambio me impulsó y me inspiró a certificarme como Especialista de Sueño Infantil con un programa de Estados Unidos que está alineado con mi filosofía y valores. Su método es gentil, respetuoso y está basado en el apego seguro.

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Con está pequeña historia de mi experiencia, lo que les quiero decir es que: "sólo ustedes saben lo que es mejor para sus bebés y para tu familia. Pero, si te ves mal, que no puedes más, pide ayuda. Nuestros pekes no vinieron al mundo con un libro de instrucciones.